La Mancha y los vinos del Quijote

La Mancha y los vinos del Quijote

Famosa por Don Quijote, por sus molinos y sus quesos, La Mancha es también la cuna de grandes vinos. Gracias a su excelente clima y a su gran extensión, esta zona vitivinícola, que ocupa gran parte de las provincias de Toledo, Albacete, Cuenca y Ciudad Real, es el mayor productor de vino del viejo continente. No en vano se le llama “La Bodega de Europa”.

El clima de La Mancha

Esta gran extensión, en su mayor parte de suelo calizo, está situada en la submeseta sur y se halla a 700 m. sobre el nivel del mar. El clima es mediterráneo continentalizado, lo que provoca gran contraste entre temperaturas anuales. Las precipitaciones se sitúan entre los 300 y 400 mm anuales la mayor parte del año, siendo estas más frecuentes en primavera y otoño, y muy escasas en verano. Por todo ello, la mayor parte de La Mancha puede incluirse en la llamada “España seca”.

Un poco de historia

El origen documentado del vino en La Mancha data de tiempos de la Reconquista, durante el siglo XII, aunque seguramente se remonte a la época romana. Gracias a su cercanía geográfica, sus viñedos abastecieron a la corte de Madrid durante los siglos XVI y XVII.

El vino, un elemento presente en la vida cotidiana, no podía pasar desapercibido en la obra cumbre de Cervantes.  El Quijote, el libro más universal escrito en castellano, contiene numerosas referencias al vino. En concreto se menciona 43 veces, teniendo en cuenta los dos volúmenes en los que se narran las andanzas del insigne hidalgo. Pongamos por ejemplo esta cita: “Tanto alababa el vino que lo ponía por las nubes, aunque no se atrevía a dejarlo mucho en ellas porque no se aguase”.

La tierra manchega

La Mancha está situada en la gran llanura sedimentaria situada al sur de la Meseta: entre la Serranía de Cuenca, los Montes de Toledo y la Sierra de Albacete. Tres grandes ríos riegan estas tierras: Tajo, Júcar y Guadiana. Abundan grandes depósitos de tierras calizas sedimentarias, mayormente arcillosos y arenosos. Éstos hacen de La Mancha un territorio ideal para la elaboración de grandes vinos.

La abundancia de suelos calizos la hace especialmente propicia para elaborar vinos tintos con gran cuerpo, alcohólicos y muy buenos para crianza, siendo las zonas más arenosas especialmente favorables para alcanzar altas graduaciones y obtener vinos con una marcada sequedad.

Vinos de La Mancha

Denominaciones y variedades

Las Denominaciones de Origen Protegidas de Vinos de Castilla-La Mancha son: Manchuela, Ribera del Júcar, Vinos de la Tierra, Almansa, Jumilla, Valdepeñas, Méntrida, La Mancha, Uclés y Mondejar. En estas fértiles tierras destacan las variedades tintas, las uvas tempranillo, cabernet sauvignon, syrah, merlot, garnacha, monastrell, petit verdot y bobal.

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