HENRI ABELE LE SOURIRE DE REIMS

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Henri Abele Le Sourire de Reims se presentó en 1986 por el maestro bodeguero con unas formas exquisitas. Su diseño, elegante y refinado, encierra un misterio: la cuvée Souire de Reims, una expresión única y singular de los mejores terruños de Champagne. Una preferencia fundadora de la Casa que concibió esta cuvée desafiando el paso del tiempo. Creado en cantidades limitadas, es parte de la tradición de los grandes vinos de Champagne. Con una precisión excepcional, estos archivos naturales de nuestra cosecha reposan durante más de diez años en las bodegas. Un tiempo exacto y precioso para que cada edición exprese todo el espíritu de una época y su personalidad.

Nota de cata

A la vista destaca su color dorado intenso con una busbuja media. En nariz es un chamapgne no muy intenso pero con una cierta complejidad, con notas que recuerdan a la manzana asada y poco a poco salen recuerdos minerales, epseciados, frutos secos. En boca tiene un carácter más vinoso y amplio, con una buena acidez y con toques maduros de vino blanco. Tiene un final largo con recuerdos a frutos secos con una buena persistencia.

Henri Abele Le Sourire de Reims (‘La Sonrisa de Reims’) muestra en su nombre una historia. Destruída por los bombardeos de la Gran Guerra, la ciudad de Reims y su catedral aún conservan las cicatrices del conflicto. Henri Abelé movilizó junto a importantes mecenas internacionales para financiar la reconstrucción de la ‘Ciudad de la Coronación’. Ante la adversidad, la esperanza renace en forma de una estatua con una sonrisa enigmática y descarada que adorna la entrada principal de la catedral. Rebautizada como «El ángel sonriente» por la población, el icono se convierte en el rostro del renacimiento.